Finalmente llegó a la escuela el ejemplar "Mi primer libro" en el cual podemos encontrar el texto escrito el año pasado por un grupo de chicos que este año cursa 7º grado.
Queremos compartir esta hermosa historia con todas las familias de la institución.
¿Dónde estarán los maestros?
Esta historia comienza en el barrio de Saavedra, más precisamente en el colegio Santa María de Nazareth. Allí todo era normal… hasta que un día los chicos de sexto grado descubrieron que cada día desaparecía un maestro.
El 12 de marzo desapareció la primera víctima, nuestra señorita de Lengua, que había estado muy rara. Todo el personal del colegio y los alumnos recorrieron la escuela aula por aula y no encontraron nada.
Al día siguiente, habían desaparecido tres maestros. Esto era muy misterioso para todos nosotros.
La directora se puso en contacto con los policías y los detectives del barrio. Pero después nos dimos cuenta de que ella ocultaba un secreto, ella sabía lo que pasaba y qué había detrás de esto.
La portera del colegio unos dio una pista: los profesores que entraban a la iglesia no salían.
Empezamos a pensar: en las misas el padre no era el mismo, actuaba raro. La vicedirectora dijo que tengamos cuidado al confesarnos y que vayamos al confesionario de la derecha y nos pusiéramos de costado. Después entendimos que de frente se veía una luz que nos ayudaría a descubrir el escondite y eso era lo querían evitar.
Marcelo, el señor de la librería, nos dijo con miedo que la salida del lugar misterioso era el panel de control de donde se prenden las luces del salón de actos. Fuimos a revisar el panel y un chico apretó el botón verde, nos caímos y atravesamos una puerta.
Había televisores, que mostraban todos los lugares del colegio. En una mesa había un café preparado, guardapolvos colgados y una camisa negra.
La profesora de Plástica era sospechosa porque era la única que no había desaparecido, pero… ¿usaría una camisa negra?
Agotados de tanto buscar y pensar de los cincuenta alumnos de sexto sólo quedamos cuatro para continuar la investigación.
Caminamos por la galería y escuchamos risas, sin duda, venían de Dirección.
Nos dirigimos hacia allí.
Espiamos desde la puerta y vimos a todos los maestros riéndose. Entramos y desorientados les preguntamos ¿si esto era una broma? Nos dijeron que no, que todo era un plan muy pensado…
¡¡¡QUERÍAN QUE APRENDIÉRAMOS A TRABAJAR EN GRUPO Y A PONERNOS DE ACUERDO!!!
Bajamos al playón como todas las tardes y después de saludar a la bandera le contamos a toda la escuela todo lo que aprendimos.
Felicitaciones para Gastón Barone, Micaela Victorello, Matías Duré, Araceli Ledezma y la docente Ana Laura Martínez de Hoz.